Mucho...

... per tothom aquest 2011!!!

*escaparate de Bimba&Lola, Avda. Diagonal

A Rambo le gustaría

Un restaurante que se define como Fast Healthy Fresh Food parte como favorito para salir a cenar una noche y compensar la carn d´olla, la sopa de galets, els canalons y los turrones después de los excesos gastronómicos de estos días.

Si te apetece comer sano, original y, hasta podríamos decir, barato, te puedes acercar hasta La Vietnamita, en Torrent de l´Olla, 78. Un restaurante divertido donde la comida, según el nombre de dicho local y la carta, es auténticamente vietnamita: Bun Bô Xaô Xa, Bun, Phô, Nem Rán, Gôi Cuôn,...

Una característica diferencial de La Vietnamita es que tú apuntas en una hoja lo que vas a comer, lo pides en la barra, pagas al instante, "cantan" tu nombre cuando lo tienen preparado, vas a buscar las viandas, te comes lo que has pedido (ni mucho ni poco en cuanto a cantidad), recoges los platos y los depositas en un recipiente. El self service de toda la vida pero en plan, "pero mira que somos enrollados en Gràcia".

Resumiendo, que vale la pena acercarse a este simpático y auténtico La Vietnamita. Seguro que Rambo, al entrar, se sentiría como en casa.

La pescadería donde no puedes comprar pescado. Pero sí gin-tonics.

Ravaleando, ravaleando... te puedes acercar hasta un bar la mar, nunca mejor dicho por la actividad que aquí se desarrollaba, de curioso. Una antigua pescadería de la famosa y rumbera calle de la Cera, 32 es ahora el Pesca Salada, un local dedicado al disfrute de combinados y demás bebidas espirituosas. Básicamente, el bar se define como "Fish, cocktails & beats".

Llama la atención su decoración, una mezcla de imaginación y diseño casero, que combina con maestría los elementos de la antigua pescadería, como las neveras de madera de toda la vida (ahora lavabos). También una mención especial a la esmerada preparación de las copas, donde el rey en el Pesca Salada es el renacido gin-tonic.

Finalmente, destacar la "escultura" ubicada en el techo del bar. Más de uno pensará que es un homenaje a la antigua pescadería. Yo, más bien creo que se trata una metáfora que sugiere cómo te vas sentir si empieza a entrar la parroquia en el local, dadas las reducidas dimensiones del Pesca Salada.

Una basílica muy divina

El bullicio callejero durante estas fechas es un clásico. Ni te cuento si te acercas a la Fira de Santa Llúcia, delante de la Catedral. Aquello parece que se acabe el mundo. Pero siempre hay alguna callejuela que te asegura una escapatoria segura a tanta muchedumbre.

Y en el Gótico, muy cerca de la mítica Plaça de Sant Felip Neri, hay una de esas salidas que te conduce hacia una tienda que es un auténtico remanso de paz. Se llama La Basílica Galería. Yo creo que su nombre responde, además de ser vecino de la Catedral, a la tranquilidad y sosiego que allí se respira. Te diría que si esto fuera un blog de moda, esta tienda sería trendy, cool y un must. Vamos, que si tienes que hacer un regalo con clase y distinción en forma de anillos, pendientes, collares, pulseras,... pásate por Sant Sever, 7.

En una palabra, joyería contemporánea y muy divina.

Qué será, será...

Eso le cantaba Doris Day a James Stewart y eso mismo me preguntaba yo al ver esta curiosa estructura metálica colocada en un edificio del barrio de Les Corts, entre las calles Marqués de Sentmenat y Berlín. Por mucho que hubiera teorizado sobre qué era aquello o para qué iba a servir, seguramente no hubiera resuelto el enigma.

Y es que tenemos un Ajuntament tan pero tan tan moderno que propone... atención!!... un jardín vertical!!!

Toma ya. En la valla protectora, tienes todas las explicaciones pertinentes sobre el proyecto. Interesante es la propuesta, por supuesto. Lo que no indica es si podrás darte un paseo de abajo arriba y viceversa por dicho jardín. Aunque imagino que será, será que no.

(vista del futuro jardín vertical)