La familia

¿Qué tienen en común una marca de ropa, un restaurante italiano de l´Eixample y una panadería de la calle Valencia? Visto lo visto, tienen que ser familia a la fuerza. Primos hermanos como mínimo. No son demasiado originales en cuanto al tipo de rotulación de su nombre artístico, pero es curioso comprobar la sonoridad familiar de estas tres marcas comerciales.

Por cierto, y hablando de parentescos, ¿el padre de todos ellos no será el capitán Cousteau?

Culo perfecto

Sorprendente es la palabra escogida para definir el escaparatismo de esta tienda del barrio del Born. Unos originales maniquíes te dan la bienvenida, creando un mundo en el exterior que se reproduce en todo su esplendor en el interior. La propuesta del diseñador Joan Pastor parece que abarca mucho más allá de la moda y cuando entras en su establecimiento, su universo particular de casa de muñecas te atrapa.

Lo frustrante hubiera sido que ante tal puesta en escena para captar tu atención, la propuesta en cuanto a ropa no fuese atractiva. Pero su colección es diferente y divertida. Las féminas podéis preguntar por sus "delantales". O también optar por su llamativo pantalón culo perfecto, título a su vez de esta nueva entrada para comprobar si es verdad que el sexo vende (en este caso, si ventas lo entendemos como más visitas a este blog).

Vuelve la peseta

Leopoldo Abadía, el creador del concepto "la crisis ninja" y nuevo gurú de la economía mundial, explica en sus conferencias que deberíamos volver a la peseta, aunque sólo fuera durante un día, para ser conscientes otra vez de los precios de las cosas y de lo que pagamos por ellas, ya que con el euro se ha perdido la percepción real de lo que abonamos. Que antes pagábamos por un café 100 pesetas y ahora 1,20 € y no es lo mismo, no señor.

En el restaurante La Mosca, de la calle Carders y con cocina catalano-francesa, se apuntan a este regreso y combinado con la crisis que vivimos, crean un menú de 1.000 pesetas. ¡Qué placer volver a ver ese precio en la pizarra de un restaurante! Seguro que ese precio ayuda a que los platos tengan mejor sabor.

¿Barcelona? 2ª parte

Dicen que nunca segundas partes fueron buenas, pero vamos a ver si rompemos con este dicho popular con esta nueva entrada. Hace unas semanas, hacía referencia a que en la Barcelona cosmopolita del siglo XXI, existían y sobrevivían casas de aspecto rural que proporcionan aspecto de pueblo a ciertas calles, sobre todo peatonales, de algunos barrios.

Tal vez estas muestras no son igual de "rústicas" que en la primera entrega, ubicadas en Les Corts. Tal vez su percepción sea más "burguesa", resultado de la concepción arquitectónica que otorgan a sus fachadas. Pero el hecho de ser casas de una o dos plantas y de principio de siglo XX, con carencia casi total de tráfico en sus calles, le confieren también ese aire de pueblo que algunas zonas del barrio de Sant Andreu disfrutan. Lugares que a media tarde se pueden recorrer tranquilamente con el silencio como compañero de paseo. Y eso sí que vale una segunda parte.