Como si de una masía se tratara

Entrar en este restaurante de Sant Andreu a comer o a cenar es como trasladarse en unos segundos de Barcelona a una masía en medio de la campiña. Su decoración y otros detalles así nos lo hacen saber. Y por supuesto, también su carta, muy catalana y con unas carnes a la brasa que son una delicia. El Portaló está ubicado en Gran de Sant Andreu , 34. Aunque bien podría parecer que estás en el Montseny como ya hemos comentado. Siendo sus dos socios y a la vez hermanos, Lola y Vicenç, los que hacen que te sientas como en casa.

Ahora que los tiempos andan complicados para los bolsillos, una buena receta contra la crisis son los restaurantes de barrio que trabajan fuera del circuito fashion de la Barcelona de postal. Lugares honestos, con buenos precios, normalmente sin turistas y con productos de calidad. Además, en algunos como El Portaló, echan mano de la creatividad, para hacer una original propuesta anti-crisis . En la tercera fotografía, podemos ver su oferta. La obra de arte que ilustra dicha oferta, evidentemente hace referencia a una cena en grupo, pero también es la clave para descubrir que uno de los comensales no paga. Si queréis saber cómo funciona la mecánica promocional, reservad mesa en plena "montaña".

Declaración de amor de barrio

Como bien indica el encabezamiento de este blog, esta ciudad enamora. Y puedes demostrar tu amor de manera sencilla, como a través de esta pequeña ventana en la galaxia cibernética que se llama Barcelona 93 o a lo bestia, como el ayuntamiento de la ciudad con unos cuantos cientos de miles de euros y la campaña Visca Barcelona. Una mezcla entre "lo sencillo" y "a lo bestia", sería esta muestra de amor por un barrio plasmada en la pared de un edificio a modo de pintada. Imagino que el que suscribe dicha declaración lo hace por su barrio de toda la vida, el PobleNou y no por el 22@, una nueva modalidad de entorno social que arrasa con todo (o casi todo) vestigio del pasado industrial y obrero de aquel barrio.

Y si de enamoramientos hablamos, aquí va otro, pero gastronómico y también en el PobleNou. No dudéis ni un instante en visitar el restaurante La Farigola, en la calle Llull, 169 bis, casi esquina con la Rambla del PobleNou. Un menú de mediodía espectacular, con calidad y generosidad en los platos. Y atención, el café está incluído en el precio. Las colas de comensales que se forman de lunes a viernes certifican la pasión por este restaurante de barrio.

Una vez y no más, Santo Tomás.

Parece que estas dos bicicletas estacionadas una al lado de la otra en la calle Amargós tengan el mismo propietario. La desposeída de toda vergüenza, asumiendo que un candado no era ni mucho menos suficiente para ahuyentar a los amantes de lo ajeno. Y la segunda, escarmentada y junto a su hermana deshonrada, provocando con actitud retadora: "Atrévete, si tienes lo que hay que tener. Que llevo tres candados, que más que candados parecen cinturones de castidad". Y yo me imagino a los ladronzuelos de bicicletas pensando: "Yes, we can".

El curioso caso de la princesa cautiva

Fase 1: ¿Alguien me está mirando?




Fase 2: Creo que sí, que me está mirando.

Fase 3: Sin comentarios.

Y este relato gráfico de princesa prisionera en su castillo a la espera de su caballero andante tuvo lugar en la calle Duran i Bas.