Esta noche el espíritu de Oasis ha revoloteado de nuevo en Barcelona. Liam Gallagher ha vuelto a la ciudad con su banda Beady eye. He asistido al concierto del Razzmatazz con un único objetivo, o mejor dicho, ilusión. Que rescatara del baúl de los recuerdos "Wonderwall". Y vaya si lo ha hecho! Espectacular escuchar esta canción que dejó de serlo hace mucho tiempo para convertirse en un himno.
Por otra parte, el concierto, si te gustan las guitarras y que te perforen los tímpanos, ha cumplido con las expectativas más que de sobras.
¿Y qué decir del pequeño de los Gallagher? Misma voz que antaño, misma pose y como siempre, más chulo que un 8 encima del escenario. Pero esta vez bastante cercano, incluso se ha permitido hacer una broma sobre el próximo enfrentamiento en la Champions entre el Barça y el Manchester City, el club de sus amores.
Ah! Y me olvidaba. Por supuesto, no podía faltar la presencia entre los reporteros gráficos, en primera línea de combate, del mítico Flowers, vistiendo chupa de cuero homenaje a The Who.