Sublime, especial, genial,... otros muchos adjetivos podrían definir "Música pels ulls", la exposición de fotografías de Francesc Fàbregas, uno de los pioneros en cuanto a documentar gráficamente la historia del rock y del pop de nuestro país a partir de los años 70 y, en concreto, la música en Barcelona, en sus salas y en sus conciertos.
Piel de gallina cuando vas descubriendo las diferentes temáticas de la exposición, que van desde el festival de Canet, cantautores, la Sala Zeleste, mis amados años 80,... hasta los primeros grandes conciertos en estadios.
Una banda sonora que incluye fotografías (la de Alaska es un icono visual de los 80), además de revistas musicales de la época, entradas de conciertos, artículos de prensa,... En la exposición puedes contemplar con admiración los primeros pasos de la música en este país libre de ataduras, complejos o corsés. Hasta el 2 de mayo podemos disfrutar de este "concierto" en el Palau Robert.
Y aquí mi particular homenaje gráfico, en forma de entradas de conciertos, a una época gloriosa llena de vitalidad e imaginación (más de una de éstas también estaba en la exposición).
Hace unas semanas una sentencia judicial condenaba a un restaurante-chill out-fashion de la ciudad a pagar una multa estratosférica por uso indebido de su nombre/marca (el Bhuda para más señas). 
Uno siempre había pensado que entrar como cliente en un centro de estética o en una peluquería tenía mucho de emocional. Aquello de "voy a que me pongan guapo", por ejemplo. Pues no. En este local de "Peluquería estética" lo tienen claro y te lo comunican a través de su nombre comercial: "Milagros a Lourdes". Como seas medianamente feo o feo del todo, no pidas la hoja de reclamaciones si los resultados no te safisfacen. Porque, ya sabes, aquí milagros no hacemos.
Pensábamos que ese calorcito y ese cielo azul que hemos disfrutado en Barcelona los últimos días nos indicaban que la primavera ya estaba a la vuelta de la esquina. Pero oficialmente todavía no es primavera en El Corte Inglés. Como bien hoy nos recuerdan la temperatura, el cielo encapotado, la lluvia y el viento huracanado que tenemos en la ciudad. Nos conformaremos, de momento, con alegrar la vista en algunos escaparates que hacen caso omiso a la climatología actual.
