miércoles, 26 de octubre de 2011

La parábola del tiempo



Curiosa estampa. ¿Un reloj y un sifón unidos por una metáfora visual? ¿Tal vez el autor nos quiere hablar de lo efímero del tiempo a través de un sifón? ¿Un sifón que en lugar de expulsar líquido gaseoso en un vaso lanza efímeros segundos? ¿Nos está diciendo que aprovechemos cada minuto de nuestras vidas?
Sea lo que sea, es un placer que esta reliquia no haya considerada una antigualla y depositada en el contenedor de la basura más cercano por los actuales propietarios del establecimiento. Aunque, tiempo al tiempo porque no hay nada eterno.

7 comentarios:

Tot Barcelona dijo...

Este sifón, que está situado en la Av Roma 105, pertenecía a la fábrica de A Puértolas. En el fondo del local se rellenaban los envases. La materia prima, el agua, salia de una fuente del interior de la finca que manaba sin parar.
La "escultura " del sifón no era más que la propaganda de la casa y, el reloj, era el de los empleados de la fábrica para atenerse al horario laboral.
Salut

Jaume Solé dijo...

Fuente de sabiduría si que tú eres. Li acabes de treure tota la màgia a la entrada!!! Encara que ja imaginava que era publicitat antiga.

Tot Barcelona dijo...

Ostras ¡¡¡ perdón, no era esa la finalidad, porque de lo que si es cierto, es que esa escultura, obra, diseño, está a la vista de los oteadores de nuestra Barcelona, y es bello que lo saques a colación. Sigue siendo un misterio el porque ya no se consumen los sifones con aquel ímpetu que se hacía hace 40 años.....Salut

Jaume Solé dijo...

Nada que perdonar. Una cosa es la poética y otra la historia e información que tú aportas. Y por cierto, muy interesante.

Mayte Reyes dijo...

Es precioso. Me encanta. Espero pasar algún día por allí y poder verlo en directo.
Miquel, gracias por tus explicaciones, muy instructivas ... y Jaume, tu magia no ha desaparecido, ya que como siempre, tú has sido quien nos ha mostrado esta "curiosidad".
Saluditos.

LG dijo...

Vaya, si no fuera por Miquel yo hubiera pensado que su función era refrescar a los clientes del acaloramiento y ofuscación adquieridos al recibir las facturas del taller de abajo...

Idea práctica, por cierto, sobre todo en verano.

Jaume Solé dijo...

Pues yo creo que alguien en las alturas está con el sifón a toda presión todo el fin de semana.