jueves, 22 de enero de 2009

¿Barcelona?




Barcelona es modernidad. Barcelona es grandes proyectos arquitectónicos. Es la capital de la moda con Bread & Butter. Es cosmopolita. Es lujo. Barcelona es un referente en el mundo del diseño.
Pues resulta que existen algunos lugares en la ciudad (auténticos reductos) donde deciden que el paso del tiempo no sea sinónimo de transformación o de cambio. Y que cuando pasees por sus calles, tengas la sensación de que estás en un pueblo. Básicamente lo que hace unos siglos era este lugar llamado Barcelona. Hoy puedes vivir esta experiencia en el Sarrià de toda la vida, en alguna zona de Sant Andreu y, tal como muestran estas fotografías, en el barrio antiguo de Les Corts (alrededor de la Plaça de la Concòrdia).
Por supuesto que esta ciudad debe crecer, evolucionar y mirar hacia el futuro. Pero si mantiene su pasado, aunque sea en unos pocos lugares, mejor que mejor.

jueves, 15 de enero de 2009

469 páginas


Muchos escritores utilizan Barcelona como escenario de sus relatos. Y algunos la usan como protagonista. Éste es el caso de Enrique Moriel y su "La ciudad sin tiempo" (Ediciones Destino, Colección Booket), donde a lo largo de 469 páginas, la ciudad se erige como actriz principal con nominación al Óscar si lo hubiere, por los contínuos dramas y sufrimientos que sufre en sus carnes.
Vázquez Moltalbán y su famoso detective, Falcones y su Catedral del Mar, Ruiz Zafón, Casavella en sus inicios, Mendoza,... son ejemplos de cómo utilizar Barcelona como si de un plató de cine se tratara. Pero Moriel nos relata, a través de dos historias paralelas, la historia de la ciudad y todas sus vicisitudes históricas.
Un libro interesante que a Barcelona 93 también ha cautivado por dos detalles. El primero de ellos es que en las primeras páginas del libro se hace referencia a la "carassa" (una entrada del blog, el 3 de noviembre del pasado año, hizo referencia a este tipo de esculturas). Y otra, cuando en la página 360 se dice lo siguiente: "La mentira no sólo está considerada como una auténtica necesidad social, sino todo un símbolo de convivencia. Por otra parte, sin la mentira (y la publicidad es una mentira) no harías negocios". Como titulé en la ahora penúltima entrada: sin palabras.

lunes, 5 de enero de 2009

Sin palabras



Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Y en eso todos los directores de arte de las agencias de publicidad están de acuerdo. Aunque los copys discrepemos cada día de esa afirmación.
Los elementos gráficos que aquí aparecen no son claramente publicidad pero sí un ejemplo de la fuerza de las palabras. En primer lugar, un cartel seguramente de no hace tanto tiempo indicando el vestuario adecuado para las mujeres. Y el segundo ejemplar, es de aquello que remueve las tripas y hace daño a los ojos. Realmente los propietarios de esta tienda de la calle Joaquim Costa lo han intentado, por aquello de la integración, de que estamos en Catalunya, pero ese "Comprem. Vendem. Cambiem." duele y mucho.
En fin, en ambos casos, el poder de las palabras nos deja sin palabras.