


Curiosa metáfora visual la que se plantea en esta calle. Dos puertas, una al lado de la otra, casi tocándose y viendo tranquilamente la vida pasar. Pero cada una de ellas con una propuesta visual absolutamente diferente. Con unos parámetros y una personalidad ante la vida completamente opuestos. Igual que en la vida: a veces tan cerca de una persona, a veces tan lejos.
1 comentario:
una afirmación real como la vida misma, mister Solé
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